La diversidad de estudiantes que atiende nuestro Liceo es amplia, tenemos estudiantes con distintos niveles de aprendizaje y diferentes necesidades educativas, incluso, algunos de ellos se encuentran adscritos al PIE. Además, existe diversidad en relación a sus habilidades emocionales, menciono esto porque para mí el desarrollo cognitivo está estrechamente relacionado con la gestión de las emociones en el aula, en palabras del doctor en neurociencias Francisco Mora “Solo se puede aprender aquello que se ama”.

Enfrentados a esta realidad, nace desde el equipo directivo, especialmente de la Unidad Técnico Pedagógica y del equipo de profesores, la pregunta ¿Cómo nos hacemos cargo? Entonces, nos armamos de valor y de un arrojo osado, e implementamos el primer esbozo de atención a los grupos diversos, creando en pañales el llamado plan “PARE” Plan de Apoyo y Refuerzo Escolar. Sin embargo, éste fracasó debido a que parecía un castigo para los estudiantes, quienes debían asistir a clases fuera del horario regular… lo que fue un error!

Entonces, nos replanteamos otro camino y después de muchas conversaciones nació la idea de la CO-DOCENCIA. Con esta estrategia, buscábamos que hubiese dos docentes por aula para poder atender a la diversidad de una manera más personalizada. En un principio parecía imposible de implementar, principalmente, debido a nuestro contexto, en que los recursos son limitados. La negociación con el sostenedor no fue fácil, ya que debíamos solicitar más docentes para una misma función; lo que parecía una locura. Sin embargo, ¡lo conseguimos!: Dos profesionales de la misma asignatura diagnosticando los grupos de aprendizaje, diseñando la intervención y evaluando. En definitiva, implementando todo el ciclo pedagógico con foco en la persona detrás del estudiante. ¿Les parece bonito? Sin duda, ¡es hermoso! 

A pesar de las dificultades ya mencionadas, fuimos avanzando, paso a paso, en el diseño pedagógico que nos habíamos propuesto. A pesar de algunas resistencias iniciales, los profesores y profesoras fueron respondiendo positivamente hasta el día de hoy, en que este diseño se aplica en Matemática, Lenguaje, Inglés, Ciencias, Historia, Educación Física, Música, áreas TP y esperando cubrir en el corto plazo, el 100% de las asignaturas.

Esta experiencia, ha fortalecido el desarrollo profesional docente, permitiendo que compartan la enseñanza, aumenten su percepción de autoeficacia, su autoestima profesional y desarrollen habilidades de colaboración, evitando así el agobio laboral que se siente cuando la tarea es inmensa y se está solo en el aula.

Creemos firmemente que esta experiencia ha sido el cimiento para los resultados de aprendizaje que hemos obtenido en nuestros 4 años de gestión, que, como consecuencia, ha significado un aumento significativo de los resultados SIMCE y PSU, lo que nos ha posicionado como uno de los liceos con mejores resultados académicos de costa Araucanía. Sin embargo, los logros más significativos los vemos en las personas: La autoestima y altas expectativas estudiantiles se han disparado positivamente, en los últimos años. De esta manera, nos hemos demostrado a nosotros mismos que podemos, que somos agentes de cambio, que no importa el contexto, ya que los talentos están repartidos equitativamente, sin importar la cuna, y que hacer algo por ellos, es lo justo.